Fuente: Academia Española de Dermatología y Venerología   Escrito por: Ángeles López

Aunque las puertas de muchas clínicas privadas hayan estado cerradas durante estos días de confinamiento, el trabajo no ha cesado en los equipos sanitarios que forman parte de la plantilla de estos centros. Búsqueda de materiales de protección, repensar circuitos seguros para los pacientes, diseñar nuevas salas de espera, o ponerse al día en técnicas y tratamientos… Son algunas de las tareas que han ocupado las horas de muchos dermatólogos que se dedican a la dermatología clínica y/o estética.

La Dra. Sara Carrasco cuenta con tres clínicas que pertenecen al Grupo Dra. Sara Carrasco en Bilbao. Uno de estos centros se abrió un lunes y el viernes de esa semana tenía que cerrarse sin fecha concreta para su reapertura por culpa del SARS-CoV-2, un nombre que ahora es familiar para la mayoría de los habitantes del planeta y que todos los sanitarios tienen en sus cabezas a la hora de poder reanudar su actividad laboral que, en algunos casos, ha sido interrumpida, aunque no paralizada.

“No he parado de trabajar. Ha tocado reinventarse, aunque como ya trabajábamos de forma digitalizada, tan solo nos llevó cuatro días establecer una serie de cambios para subirlo todo a online”, explica esta dermatóloga que señala que su consulta es completamente privada, ya que no trabaja con aseguradoras.

A lo largo de estas semanas, en sus centros han llevado a cabo un servicio de consulta online solidaria para dar respuesta, de forma gratuita, a personas que necesitaban realizar una consulta urgente. También han llevado a cabo video consultasconsultas telefónicas o por WhatsApp a todas las revisiones que tenían pendientes así como envío de receta a casa. “Además, hemos hecho asesoramiento y envíos a domicilio de productos para tratamientos en 24-48 horas. En definitiva, no hemos parado de trabajar, aunque económicamente sí lo hemos notado”, explica.

En cuanto al personal, el equipo que trabaja en estos 3 centros lo forman 13 personas, se ha estado actualizando. “Durante el tiempo que hemos estado cerrados, se ha incentivado la formación del equipo. Hemos propiciado la formación en diferentes técnicas y tratamientos a todos los trabajadoresporque pensábamos que era una buena forma de aprovechar este tiempo. Yo también he impartido formación a través de webinars”.

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Material de protección

Cuando se le pregunta por lo más difícil en esta crisis apunta dos aspectos, uno técnico y otro personal. “Lo más complicado ha sido encontrar material de protección suficiente para tener en stock y darnos seguridad para una reapertura y además que este material nos permita trabajar de una manera cómoda, eficiente. Un ejemplo son las gafas de protección: yo tengo que estar segura, pero también tengo que ver bien para poder hacer ciertos procedimientos como los rellenos faciales. He llegado a comprar 4 tipos de gafas para tirar 3 y quedarme finalmente con unas. El reto de la privada ha sido ese”, asegura la Dra. Sara Carrasco quien reconoce que se ha apoyado en sus proveedores habituales para este tipo de compras, y también en la AEDV.