El gesto de realizar una rutina facial de noche lo tenemos asentado, pero ¿qué sucede con el ‘bodycare’? Descubre cómo actúa tu piel mientras duermes y cómo enfatizar su belleza
La existencia de protocolos específicos según el momento de la jornada está más que asumido. No se trata de una mera tendencia, es una opción que se adapta a las necesidades de la piel y, lo que comenzó como algo propio de los cuidados faciales, se ha extendido hasta tu cabellera y ha colonizado las atenciones del propio ‘bodycare’.
Y es que en la noche suceden muchas cosas en tu organismo. La Dra. Sara Carrasco, dermatóloga del GEDET y directora de la clínica con su nombre en Bilbao, nos explica que “es un momento donde se reducen drásticamente las agresiones externas, ya que no estamos expuestos a la polución ni llevamos maquillaje. Pero lo más relevante son los procesos internos que permiten que la propia piel pueda repararse y renovarse (al igual que el resto de órganos) para su correcto funcionamiento.”
PROTOCOLO DE ACTUACIÓN
Aunque parece obvio, es importante recordar que para que el órgano cutáneo pueda optimizar la recepción de activos, debe estar perfectamente limpia. El consejo de la Dra. Sara Carrasco es que realices “una ducha nocturna previa con el fin de eliminar el mínimo resto de sudor y mejorar la absorción de los ingredientes, así como realizar una exfoliación cada semana (o cada dos semanas) para aligerar el estrato córneo que se va acumulando”.
También es importante recordar que, para que los cuidados nocturnos funcionen, “tenemos que dormir y descansar correctamente con el fin de poder activar estos procesos de reparación cutánea”, sostiene. Nos recuerda que, para ello, es fundamental evitar el estrés, mantener una alimentación equilibrada, realizar ejercicio físico regular y respetar una higiene adecuada de sueño (“no ir a dormir con el estómago lleno, alejarse de pantallas, acostarte a oscuras y sin ruido…”).